«Las claves del Suprematismo me están llevando a descubrir cosas fuera del conocimiento. Mis nuevos cuadros no sólo pertenecen al mundo». Kazimir Severinovich Malevich, en ruso, Казимир Северинович Малевич.
Malevich es sin duda el gran olvidado en el Arte, quizás el aprecio que le tuvieron las autoridades comunistas le jugo en contra en occidente. Claro que este aprecio, estatal, fue un amor odio a traves de toda la vida del pintor. Después de muerto, el 15 de mayo de 1935, se le otorgó una pensión a su familia, en vida su lengua le trajo hartos problemas con las autoridades. El también ruso, nacionalizado alemán, Vasily Kandinsky, le robó el show occidental.
Al momento de ver este cuadro no se necesita saber nada, entender nada, analizar nada. Nos quedamos solo con nuestras emociones, porque lo único que haremos será sentir. El suprematismo puro, un arte liberado de fines prácticos y estéticos, expresado a través de figuras geométricas, sin tomar en cuenta apariencias bonitas o con deseos de agradar a un publico cualquiera. Formas desnudas, formas primarias sin siquiera colorido para hacerlas mas comerciales.
Este cuadro refleja las contradicciones del arte; vemos, por una parte, unas manos pintadas con un exquisito realismo clásico que nos hacen pensar en lo duro de la vida de los obreros en esa época a principios del siglo XX. Luego nos trasladamos a finales del mismo siglo, pensando en carreras ciclísticas del Tour de France viendo el atuendo de la obrera. Una maravilla este zigzag pictórico.
Es difícil encajar a Malevich en alguna categoría, navegó entre el Suprematismo, el Cubismo, el figuratismo, el impresionismo, el arte abstracto y el Neoprimitivismo. «Para el pintor como para el escultor, no existe otra luz que aquella por medio de la cual se produce el modelado de las cosas, la luz no parece ser el objetivo principal, sino un medio técnico que sirve para revelar lo conocido de la profundidad de las tinieblas.
Si la luz es un simple medio técnico, es evidente que juega un rol de igualdad con otros medios materiales, la luz está en el mismo nivel que cualquier materia y posee un valor de igualdad con todos ellos, porque también representan, de igual manera, los mismos medios y cualidades que la luz, por los cuales se revela la idea, mostrando a través suyo la faz o forma de las cosas que yacen en mi, como resultado de las reacciones de dos fenómenos que existen en mi y fuera de mi.
De ahí, extraigo la siguiente conclusión, la pintura o la escultura no revelan jamás ni la luz, ni el color, ni la forma sino la reacción que se produce en la colisión de fuerzas que yacen fuera y dentro de mi». Malevich / La Luz y El Color.
http://www.russianpaintings.net/doc.vphp?id=126
http://www.upv.es/laboluz/revista/pages/numero3/rev-3/malevich.htm
Estupendo el sitio Michel, te felicito.
Un saludo.
http://www.rememberkasimir.com Malevich no está muerto. vive en Barcelona. Une relectura de la obra de Malevitch en las calles de Barcelona, Una obra que tiene el apoyo de Arts Santa Mónica y del Instituto Francés de Barcelona