Llamarse Guy Pène du Bois puede ser un martirio para cualquiera que viva en un país que se hable castellano. Su traducción puede ser algo como: “Guido Pestillo de Madera”, nada excepcional. También podemos pensar que muchos llegarán a este artículo buscando otras cosas en el Google, esperemos no aburrirlos mucho, si tienen la paciencia de terminar de leer, claro esta.
Guy Pène du Bois proviene de una familia francesa que se radicó en Estados Unidos, su padre era un periodista y critico literario muy amigo de Guy de Maupassant. En esta familia culta y bohemia nace el joven Guy en el barrio de Brooklyn, Nueva York, a fines del siglo XIX. En 1905 parte rumbo a París, en el primero de muchos viajes que realizó a la capital francesa. Ahí estudio Arte y lo más importante «vio» Arte. Esto le permitió trabajar como periodista y critico de arte en su retorno a Estados Unidos, luego de la muerte de su padre debió sopesar entre pintar o escribir sobre arte, eligió lo segundo por ser mas estable.
El tener unos ingresos asegurados, en todo caso, le permitió seguir su carrera de pintor, a la par de su carrera como crítico.
Nueva York era una ciudad que crecía de una forma muy rápida en esos años, llenaba su paisaje urbano de fábricas, edificios, trenes, automóviles, rascacielos y puentes. Por lo que cuesta poco comprender que estos temas fueran los recurrentes de todos los artistas que vivían ahí. Todos, menos los tres más grandes pintores de personas cohabitando en esa ciudad gris, pintores que nos invitan a entrar en el mundo intimo de estos seres neoyorquinos.
Mostrándonos sus flaquezas y miserias Ben Shahn realiza su “protesta social” impactándonos con la fuerza descarnada de su mensaje.
Los personajes ensimismados en sus pensamientos y sus preocupaciones, en noches desoladas o días sin esperanza, en ambientes semi vacíos, los presenta Edward Hopper con ese tratamiento del «tiempo» tan particular que transcurre en una ciudad inhóspita.
Un amigo, de este último pintor, es el encargado de mostrarnos la cara bonita de esos personajes neoyorquinos, siempre vistiendo bien, elegantemente, divirtiéndose ellos y nosotros. Guy Pène du Bois es el pintor de “La Vida Moderna”.
Las obras en este artículo están puestas en forma cronológica, con ellas vemos la sutil transición de su paleta. Al principio es una paleta “francesa”, empastada con un colorido oscuro y bordeando lo impresionista. Luego, en esa transición entre la década del 10 y del 20, vemos como se simplifica y se ilumina.
A la vez, se ve un tratamiento sicológico de los personajes inmersos en una atmósfera elegante y mundana, propia de las novelas de Scott Fitzgerald. Se aprecia la necesidad de retratar las personas de una manera más personal y profunda.
La critica especializada, los pocos que hablan del artista, ven en su obra una sátira amable y elegante en esos cuadros con personajes vestidos a la moda. No estoy muy de acuerdo con esto, más bien veo un reflejo “real” de la forma de encarar la vida de estas personas que tratan de olvidar el enorme peso que cargan en sus espaldas, el peso de la incertidumbre marcada por el crack bursátil con la pérdida de status social. Una sociedad abrumada entre dos guerras mundiales no la veo como la forma “satírica” que plantean los críticos. Pène du Bois viste la pobreza con «corbata negra», algo que no advierten los críticos que esperan verla con remiendos.
El estilo de Pène du Bois es simple, bordeando lo naif sólo de pasada, tiene una paleta que denota estudio y perspectiva. Estos seres estilizados que nos muestra son el reflejo de una sociedad absurda y snob. Sociedad preocupada más de los “cortes” de sus trajes que de cómo conseguir un mendrugo de pan en plena depresión, deben haber visto con muy buenos ojos estos siempre elegantes cuadros del pintor.
Quizás el nunca haber incursionado en los terrenos del arte abstracto lo dejó fuera del carril de los artistas de moda, en esa Nueva York de los 40 y 50. Esto también puede ser visto como lo válido de su obra, nadie le pide a Botero que estilice sus figuras después de medio siglo de seguir pintando “gordas”, no veo la necesidad que Pène du Bois tuviera que cambiar la forma de tratar su tela, para llevarla a un estadio mas comercial o de moda. El hombre y sus personajes son la moda y la manera como nos acordamos de esa época de Charleston, Ley Seca y Smokings; los «Años Locos» de esa década de los 20.
Es notable apreciar en estas escenas de grupos como cada personaje tiene una personalidad definida, como incluso se ve alguno aislado en sus propios pensamientos. Es este poder de hacernos participar “dentro” del cuadro lo que más rescato de Pène du Bois, un artista con esa capacidad de mostrarnos las dos caras de una tela, por dentro y por fuera, merece un reconocimiento más allá de los términos satíricos o ilustrativos. Merece ser llamado pintor y artista.
En este extraordinario cuadro «Girl reading a Book» (1929), Pène du Bois otorga al fondo un movimiento plástico hacia adelante y hacia atrás, que traslada el ojo desde el primer plano hasta el espacio entre la figura, la silla y el fondo.
En la transición de la década de los 20 y 30 vemos un acercamiento a los terrenos del expresionismo aleman, “Bal des quatres art” (1929) es un ejemplo claro de esta búsqueda expresionista.
Como “Dancer Resting” nos presenta esta bailarina sentada que piensa en cosas que todos podemos imaginar, si tenemos el tiempo de imaginar por supuesto.
Gracias María Elena por el comentario.
Tiene una expresiòn artistica sublime, y una gràfica con especial realismo que transmite los sentimientos
Según Aristóteles, el Arte es la representación mimética del mundo, por cuanto en toda forma artística subyace un proceso intelectual cognoscitivo. Sin duda: «hay algo exquisitivamente mimético en este artista».
Gracia por tus siempre tan acertados comentarios, Aquileana.
Saludos, Gonzalo.
Hay algo exquisitamente mimético, fielmente realista/naturalista en este artista. Realmente sublimes las obras que presentás…
Muchas gracias, Gonzalo.
Saludos, Aquileana 😉
Me alegro que te guste, Carmenchu.
Un saludo y gracias por el comentario.
Me ha llamado mucho la atención este artista, y las diferentes épocas de sus cuadros, muy bonitos, gracias.